Fiestas

 

 

 Fiestas tradicionales chinas

 

      Las fiestas tradicionales, imbuidas de ricas implicancias culturales y dotadas de una larga historia, forman parte importante y espléndida de la cultura china.

 

      La mayoría de estas fiestas tomaron cuerpo durante la dinastía Qin (221-206 antes de nuestra era), la primera de unidad nacional y poder centralizado de China. En el periodo de la dinastía Han (206 a.n.e.-220 n.e.), China experimentó un enorme desarrollo y las fiestas tradicionales principales quedaron establecidas. Durante la dinastía Tang (618-907 n.e.), la más próspera de la nación, las fiestas tradicionales desecharon los sacrificios primitivos, los tabúes y los visos misteriosos y pasaron más bien a la diversión. Desde entonces, las celebraciones se volvieron más vivaces y excitantes, mientras que evolucionaron más y más costumbres populares. Algunas fiestas se siguen celebrando en nuestros días, pero otras desaparecieron con el correr del tiempo.

 

      La formación de las fiestas tradicionales es un largo proceso de sedimentación histórica y cultural en cualquier nación o Estado. En algunas fiestas que hemos heredado todavía se perciben huellas de luchas entre grupos étnicos. Y en otras se reflejan los sacrificios primitivos, tabúes supersticiosos, la vida de nuestros ancestros, el espíritu de los seres humanos y la influencia religiosa. Ocasionalmente las figuras históricas son focos de fiesta, lo cual indica que la gente actual les rinde homenaje e introduce ciertas connotaciones históricas en las festividades.

 

      Es más, las fiestas chinas tradicionales suelen estar ligadas con la astronomía y el calendario antiguos y las matemáticas. El Jieqi, o sea los 24 puntos de división del año, es un factor clave en el origen de las fiestas tradicionales. Según el calendario chino tradicional, el año se divide en 24 temporadas, cuyos puntos de división revelan con precisión los cambios climáticos de las estaciones y sirven como un sistema de guía básica para la producción agrícola. La división del año en 24 temporadas llegó a su ser en el Periodo de la Primavera y el Otoño (475-221 a.n.e.).

 

      Dado que China tiene un vasto territorio y muchos grupos étnicos, las fiestas son diferentes de lugar a lugar. Incluso en una misma fiesta los grupos étnicos enseñan costumbre variadas. En este artículo hemos hecho tan sólo un breve resumen del surgimiento y la formación de las fiestas chinas. En realidad, las festividades tradicionales han absorbido nutrientes de diversas regiones y culturas étnicas y, por consiguiente, son un precioso patrimonio cultural de la nación china y de los otros pueblos del mundo.

 

 

 

1. Fiesta de primavera

 

       La Fiesta de la Primavera o año nuevo chino es el acontecimiento familiar más importante de todos los que se celebran en China. Aquellos que viven lejos de sus hogares vuelven a casa por lo que aeropuertos, estaciones de autobuses y trenes se llenan de gente.

 

 

 

      La Fiesta de la primavera empieza el primer día del primer mes del calendario lunar, generalmente los últimos días de enero y principios de febrero del calendario gregoriano, y dura unos quince días. Su origen se remonta a la dinastía Shang (1600 a. C. – 1100 a. C.) cuando al inicio del año, la gente hacía ofrendas a las divinidades del cielo y la tierra y a los antepasados y rezaba para tener buenas cosechas y un buen año.

 

      De todos los días de esta fiesta, la Víspera de la Fiesta de la Primavera es seguramente el momento más importante. Todos los miembros de la familia se reúnen para disfrutar de la deliciosa “cena de la víspera”.

 

      Muchas tradiciones acompañan a la Fiesta de la Primavera. Algunas aún se celebran, otras han desaparecido con el tiempo.

 

      En el octavo día del duodécimo mes lunar, algunas familias cocinan el cocido de laba, un delicioso manjar hecho con arroz glutinoso, mijo, lágrimas de Job, azufaifas, semillas de loto, judías verdes, longana o mamoncillo chino y gingko.

 

      El veintitrésavo día del duodécimo mes lunar se llama la víspera preliminar. Este día la gente ofrece sacrificios al dios de la cocina. Ahora, sin embargo, la mayoría de familias cocinan deliciosos manjares para disfrutarlos ellos mismos.

 

      Tras la víspera preliminar, la gente empieza a prepararse para el Año Nuevo. A esto se le llama “viendo venir el Año Nuevo”.

 

      Es un tiempo en que las tiendas están muy ocupadas puesto que la gente sale a comprar lo que necesita para el Año Nuevo, desde aceite comestible, arroz, harina, pollo, pato, pescado y carne hasta fruta, dulces y diferentes tipos de frutos secos. También detalles decorativos, ropa y zapatos nuevos para los niños y regalos para los mayores de la casa, para amigos y otros familiares.

 

      Antes de la llegada del Año Nuevo, la gente se esmera en la limpieza de su casa, tanto por fuera como por dentro, y también lava toda su ropa, las colchas, las sábanas y todos sus utensilios.

 

      Una vez está todo limpio, decoran las habitaciones con varios detalles que confieren a las estancias un aire de fiesta y alegría. En las puertas se cuelgan       pares de caracteres chinos negros sobre fondo rojo. El contenido de éstos varía según la casa pero la mayoría son deseos un buen futuro y buena suerte para el año entrante. También se cuelgan fotos de los dioses de las puertas y de la riqueza para mantener alejados a los espíritus malignos y dar la bienvenida a la paz y a la abundancia.

 

      El carácter chino “fu” que significa felicidad o bendición es un clásico. Los caracteres pueden colgarse de derecho o al revés, ya que en chino “fu” al revés significa “fu viene”, y ambos se pronuncian “fu dao le”. También se suelen colgar dos faroles rojos en la puerta principal. En las ventanas se clavan papeles recortados de color rojo y en las paredes cuadros sobre el año nuevo que simbolizan buenos augurios.

 

      La gente presta mucha atención a la víspera de la Fiesta de la Primavera. Ese día, todos los miembros de la familia se reúnen y cenan juntos. La comida es más abundante y diferente a la del día a día. Los platos con pollo, pescado y doufu nunca faltan porque sus pronunciaciones significan respectivamente buen augurio, abundancia y riqueza. Tras la cena, los miembros de la familia se sientan juntos, hablan y miran la televisión. En los últimos años, las familias chinas han adoptado la costumbre de mirar la retransmisión de la Fiesta de Primavera de la CCTV.

 

      El primer día del año, todo el mundo se viste de forma elegante. En primer lugar, felicitan a los padres. Entonces, cada niño recibe algo de dinero como regalo del nuevo año envuelto en papel rojo. La gente del norte de China come jiaozi, o ravioles chinos, para desayunar puesto que su pronunciación puede significar “despedir a lo viejo y entrar en lo nuevo”. La forma del jiaozi asimismo asemeja un lingote de oro de la China antigua. Por eso, la gente se los come y desean tener dinero y tesoros.

 

      Los chinos del sur comen niangao (el pastel del año nuevo hecho de arroz glutinoso) porque su pronunciación también puede significar “más y más alto, un año tras otro”. Los primeros cinco días tras la Fiesta de la Primavera son buenos días para felicitar, hablar y hacer regalos a familiares, amigos y compañeros de clase y trabajo.

 

      En el pasado, los fuegos artificiales y los petardos eran muy populares durante la Fiesta de la Primavera. La gente creía que el chisporreteo ayudaría a alejar los malos espíritus. Sin embargo, esta actividad fue prohibida en las grandes ciudades ya que el gobierno consideró que suponía un gran riesgo para la seguridad y una fuente de contaminación.

 

      El ambiente de fiesta no sólo se encuentra en los hogares sino también en las calles. Durante estos días, se celebran muchos tipos de danza como la del dragón, la de las linternas, las fiestas de los faroles y las ferias en los templos. La Fiesta de la Primavera se acaba cuando llega la Fiesta de los Faroles.

 

      China tiene 56 minorías étnicas que celebran la Fiesta de la Primavera casi el mismo día que los Han y tienen diferentes costumbres.

 

 

 

 2. Fiesta de los faroles

 

 

 

      La Fiesta de los Faroles se celebra el día 15 del primer mes lunar, normalmente en febrero o marzo del calendario gregoriano, y con el paso del tiempo se ha convertido en una fiesta de gran importancia.

 

       Su origen se remonta a la dinastía Han (206 a. C-220 d. C), época en que el Budismo se popularizó en todo el país. Un emperador supo que los monjes budistas mirarían sarira, o los restos de la incineración del cuerpo de Buda, y encenderían faroles para adorar el Buda el día 15 del primer mes lunar, por lo que ordenó encender faroles en el palacio y templos imperiales para mostrar respeto a Buda. Más tarde, el rito budista se convirtió en un gran festival entre la gente corriente y su influencia se expandió por las llanuras centrales de China.

 

      La adivinación de los acertijos de los faroles es una parte esencial de la fiesta. Los propietarios de los faroles escriben acertijos en un trozo de papel y los clavan en los faroles. Si los visitantes tienen la solución a los acertijos, pueden coger el papel e ir a los propietarios a comprobar la respuesta. Si la respuesta es correcta, recibirán un pequeño regalo. Esta tradición apareció durante la dinastía Song (960-1279). Como que la adivinación de acertijos es muy interesante y llena de sabiduría, se ha convertido en una actividad muy popular en toda la sociedad.

 

      Una comida típica en esta fiesta es el yuanxiao, bolas de arroz glutinoso con relleno dulce o de carne. Como son redondas y compactas, representan la sólida reunión familiar. El yuanxiao también recibe el nombre de tangyuan. Los tangyuan pueden cocinarse hervidos, fritos o al vapor. Su gusto es dulce y delicioso. Asimismo, su pronunciación también puede significar reunión familiar.

 

 

 

      Durante el día, se celebran espectáculos como la danza del dragón de las linternas, la danza del león, la danza del bote de tierra, la danza del yangge y se tocan tambores y otros instrumentos tradicionales chinos. Por la noche, la combinación de los faroles con los fuegos artificiales forma una bella escena.

 

 

 

3. La fiesta de qingming

 

      La Fiesta de Qingming (resplandor puro) es uno de los 24 puntos de división temporales en China que cae del cuatro al seis de abril. Tras el festival, la temperatura asciende y las precipitaciones descienden. Es el momento para arar y sembrar los campos. Pero la Fiesta de Qingming no sólo es un punto de división temporal con fines agrícolas, sino también un festival de conmemoración.

 

      La Fiesta de Qingming es una combinación de tristeza y felicidad.

 

 

 

      Este es un día más importante para la ofrenda. Tanto los Han como las minorías étnicas ofrecen sacrificios a sus antepasados y barren las tumbas de los muertos. En este día no se cocina y sólo se sirve comida.

 

      La Fiesta de Hanshi (comida fría) se celebra normalmente el día anterior a la Fiesta de Qingming.

 

      En cada Fiesta de Qingming, los cementerios se llenan de gente que viene a barrer las tumbas y a ofrecer sacrificios. El tráfico es muy intenso durante estos días en los cementerios. Con los años, la costumbre se ha simplificado. Tras barrer ligeramente las tumbas, la gente ofrece comida y flores a los muertos, quema incienso y papel moneda y se inclinan ante las lápidas conmemorativas.

 

 

 

      La Fiesta de Qingming es un día en que el sol brilla y los árboles y la hierba tiene un intenso color verde. Desde los tiempos antiguos, la gente ha seguido la tradición y durante estos días hay turistas por todas partes.

 

      A la gente le encanta hacer volar los cometas durante la fiesta aunque esta actividad los chinos la practican muchos días del año. La única diferencia, es que durante este día la gente hace volar los cometas por la noche.

 

      La Fiesta de Qingming es también una época para plantar árboles. En el pasado también se le llamaba el Día del Árbol pero desde 1979 este día cae en el 12 de marzo del calendario gregoriano.

 

 

 

4. La fiesta de barco de dragon

 

      La Fiesta del Barco de Dragón también recibe el nombre de la Fiesta del Doble Cinco porque corresponde al día cinco del quinto mes del calendario lunar chino; en junio del calendario gregoriano. Esta fiesta se celebra para honrar la memoria del gran poeta Qu Yuan (339-278 a. C.), ministro del estado Chu y uno de los grandes poetas chinos.

 

 

 

      Qu Yuan era cortesano del Reino Chu desempeñando el cargo Zuotu. Defendía la idea de aliarse con los otros reinos para resistir al Reino Qin y proponía con frecuencia algunas reformas al soberano. De esta manera fue acusado ante el monarca por gente maliciosa y finalmente el soberano ordenó su destierro. Sin embargo, siguió preocupándose por el futuro de su país. Iba a menudo a pasear cerca de un pozo y miraba en la superficie del agua su débil fisonomía. Este pozo fue denominado en la posterioridad "el pozo espejo", que se ha conservado hasta hoy día en su pueblo natal.

 

 

 

      Cuando Qu Yuan supo que la capital de su reino había caído en manos de las tropas del Reinos Qin, sintió un profundo dolor. El día 5 del quinto mes del mismo año, lleno de indignación y tristeza, se tiró al Río Miluo y murió ahogado.

 

      Según la leyenda, al saber de la muerte del gran poeta la población que vivía a ambas orillas, abrigando sentimientos de profundo dolor y respeto, se     embarcaron en botes con forma de dragón con la esperanza de rescatar su cadáver en el río, pero todos sus esfuerzos fueron en vano. En ese momento alguien propuso la idea de echar al río gran cantidad de arroz para que los peces no mordiesen el cuerpo del poeta. Y un viejo doctor echó una jarra de vino para que los peces y otros animales acuáticos se emborracharan. De ahí que el pueblo chino celebre la fiesta con pruebas deportivas que consisten en carreras de botes de remo con forma de dragón. Este deporte de carácter divertido y conmemorativo suele efectuarse en el sur de China donde abundan ríos y lagos. Otra forma de celebración es comer Zongzi, una comida que se prepara con arroz glutinoso, envuelta en hojas de bambú o de caña.

 

 

 

5. La fiesta del doble siete

 

      La Fiesta del Doble Siete, que cae en el séptimo día del séptimo mes del calendario lunar, es una fiesta tradicional llena de romanticismo. Normalmente cae en agosto del calendario gregoriano.

 

      Esta fiesta se celebra a mediados de verano cuando la hierba y los árboles tienen un verde intenso. Por la noche cuando el cielo está lleno de estrellas, la gente contempla la Vía Láctea que se extiende de norte a sur. En cada uno de sus lados, hay una estrella brillante. Sus nombres son el “Pastor de vacas” y la “Doncella que saluda”, y sobre ellas existe una bonita historia que se ha transmitido de generación en generación.

 

 

 

      Hace mucho tiempo, había un hombre muy honesto y bueno que se llamaba Niu Lang (el pastor de vacas). Sus padres murieron cuando era sólo un niño. Más tarde, su cuñada lo echó de casa y tuvo que ganarse la vida criando animales y cultivando la tierra. Un día, una hada del cielo, Zhi Nu (la doncella que saluda), se enamoró de él, por lo que vino secretamente a la tierra y se casó con él. Llevaron una vida feliz y tuvieron un hijo y una hija. Desgraciadamente, el Dios del Cielo descubrió lo que había sucedido y ordenó a la Reina Madre de los Cielos del Oeste que trajera de vuelta a la doncella.

 

      Con la ayuda del ganado celestial, el pastor voló al cielo con su hijo y su hija. Cuando estaba a punto de reunirse con su mujer, la Reina Madre se sacó una de sus horquillas de oro y creó un rayo que separó para siempre a la pareja. Sin embargo, su lealtad impresionó a las urracas que construyeron un puente para que pudieran cruzar el rayo y reunirse una vez más. A partir de entonces, la Reina Madre les permitió reunirse el día séptimo del sétimo mes lunar. Por lo que el día de su encuentro se llama “Qi Xi” (doble siete).

 

      El origen de la fiesta se remonta a la dinastía Han (206 a.C.-220 d.C.). Documentos históricos de la dinastía Jin Oriental (371-471 a.C.) mencionan la fiesta, mientras que informes de la dinastía Tang (618-907) hablan de un gran banquete que el emperador Taizong celebró con sus concubinas con motivo de la fiesta.

 

      Hoy en día, aún se pueden ver estas costumbres en las áreas rurales, pero en las ciudades la tradición prácticamente ha desaparecido. Sin embargo, la leyenda ha arraigado en los corazones de la gente. En los últimos años, en especial los jóvenes urbanos lo celebran como el día de San Valentín. Como resultado, los comercios se llenan de productos relacionados con la alegría y el amor.

 

 

 

6. La fiesta de Medio Otoño

 

      La Fiesta del Medio Otoño se celebra el decimoquinto día del octavo mes del calendario lunar y debe su nombre a que cae precisamente a mediados de otoño; en octubre del calendario gregoriano.

 

 

 

      En la antigüedad, para rogar a las divinidades celestiales buenas cosechas, los soberanos solían interpretar piezas musicales dedicadas a la luna en una noche del mes octavo. Puesto que la mejor noche para contemplar la lunes es cuando hay luna llena, esa noche siempre fue la del día quince. De ahí se formó poco a poco entre el pueblo el hábito de contemplar la luna llena en el mes octavo.

 

      El hábito de comer la torta de la luna en esta fiesta tiene una historia bastante larga. Los gobernantes de la dinastía Yuan, para asegurar su dominio, imponían la orden de que cada diez familias usaran un solo cuchillo en su vida cotidiana, así la gente no tenía armas de metal por lo que si querían sublevarse les resultaba muy difícil. Además, estos mongoles, a quienes llamaban Dazi, perpetraban toda clase de maldades. Los habitantes, hartos ya de tantas injusticias, decidieron sublevarse; para ello, los organizadores concibieron la idea de promover a los vecinos a regalarse mutuamente tortas de luna en vísperas de la fiesta de otoño. Dentro de las tortas se ponía una pequeña octavilla con las siguientes palabras: actuemos en conjunto el 15 del octavo mes para matar a los Dazi y acabar con la dinastía Yuan. Esta fue la forma como los insurrectos citaron a los vecinos el levantamiento que se proponían. Después, esta práctica de obsequiar tortas entre el pueblo en vísperas de la fiesta se ha mantenido como una costumbre. Como la torta lunar es redonda, representa la reunión familiar, además de la felicidad y satisfacción completa.

 

      Con el transcurso del tiempo la elaboración de la torta cada vez es mejor. Para el relleno se usan diversos ingredientes, tales como pipas, nueces, azúcar, cacao, chocolate, sésamo, jamón, etc.

 

      Los chinos siempre han creído que la luna tiene una gran belleza es por eso que han inventado muchas leyendas mitológicas sobre ella. Entre el pueblo se difunde el cuento de que en la luna vive una dama, que era esposa de Hou Yi, un personaje mitológico que derribó con sus flechas nueve de los diez soles que dañaban los cultivos. La reina de la corte celestial le dio un remedio capaz de hacerlo inmortal como recompensa; pero la dama, conocida con el nombre de Change, lo probó a espaldas de Úl, y como consecuencia, despegó de la Tierra volando hasta la luna y se quedó allí para siempre. Según la leyenda, la dama pasó a ser dueña del Alcázar de la Luna donde hay un conejo de color de jade que la acompaña y machaca materias medicinales todos los días. Además del animal se veía un árbol que se llama osmanto que mide 1500 metros de alto. Debajo de este árbol, Wu Gang, otro personaje mitológico, no cesa de cortar leña, trabajo impuesto como castigo por los pecados que cometió en el pasado.

 

 

 

 7. la fiesta del Doble Nueve

 

      El nueve de septiembre del calendario lunar (que suele caer en la segunda o tercera década del mes de octubre del calendario gregoriano) se celebra la fiesta del Doble Nueve, fiesta tradicional china relacionada con la numerología. Desde la antigüedad, los números han estado envueltos por una aura de misterio. Los chinos de aquel entonces seguían los dos principios que regían el universo, el yin y el yang, para clasificar todo lo existente, incluidos los números. Como el nueve es un número yang, el nueve de septiembre se superponen dos yang, el del día y el del mes, de ahí que a esta fiesta se la llame también del Doble Yang.

 

 

 

       Existe un relato acerca del origen de esta fiesta. En tiempos de la dinastía Han del Este (25-220), Huan Jing estudiaba taoísmo con Fei Changfang, un sacerdote taoísta. Un día el maestro predijo a su discípulo que el nueve de septiembre iba a producirse una catástrofe; la única manera de evitarla consistía en cargar a cuestas una bolsa de zhuyu (una planta aromática) y refugiarse en un lugar elevado. Desde entonces, la costumbre de ascender cada nueve de septiembre a un lugar elevado llevando una bolsa de zhuyu fue extendiéndose y transmitiéndose hasta llegar a nuestros días. A pesar del halo de superstición que rodea a esta fecha festiva, se percibe en la gente una sincera esperanza en la vida.

 

      El nueve de septiembre, por tanto, es costumbre ir a la montaña, llevar zhuyu y admirar los crisantemos.

 

      La subida a un lugar elevado tiene su origen en la ofrenda de sacrificios al Dios del Cielo que llevaban a cabo las etnias minoritarias del norte de la antigua China antes de salir de caza. La máxima altura y la mayor cercanía al cielo simbolizaban el grado de veneración al Dios del Cielo. Los intercambios culturales entre las nacionalidades fomentaron la transmisión de esta costumbre al centro de China y su ulterior transformación en la fiesta nacional del Doble Nueve o Doble Yang. Los amenos días de otoño en que se celebra la fiesta, caracterizados por el frescor del aire y la brillantez del sol, resultan ideales para subir a las montañas. La contemplación del magnífico espectáculo que se divisa desde sus cimas ayuda a aclarar la mente y a ensanchar el corazón. La faceta deportiva de la ascensión de montañas ha contribuido a su buena acogida general. Aunque el zhuyu carezca de la virtud mágica de prevenir los males, esta planta medicinal caracterizada por su intenso perfume sí es un eficaz repelente de mosquitos y otros insectos, por lo que resulta muy conveniente tenerla siempre a mano.

 

      La época en que se celebra esta fiesta coincide con el florecimiento de los crisantemos. Por este motivo, en muchas ciudades se celebran grandes exposiciones de esta flor. La flor del crisantemo tiene, además, virtudes medicinales; en efecto, tomada con té, no sólo ilumina el corazón y purifica los ojos, sino que alarga la vida.

 

 

 

 8. Fiesta del solsticio de invierno

 

      Hace 2.500 años, en el periodo de Primavera y Otoño (770-476 a.C.), China había determinado el punto del solsticio de invierno observando los movimientos del sol con un reloj solar. Es el primero de los 24 puntos de división temporal. El día cae en el 22 o 23 de diciembre del calendario gregoriano.

 

 

 

      El hemisferio norte en este día experimenta el día más corto y la noche más larga. Tras el solsticio de invierno, los días se vuelven más y más largos. Según un pensamiento chino antiguo, el yang, las cosas positivas se vuelven más abundantes pasado este día, por lo que debe celebrarse.

 

      El Solsticio de Invierno se convirtió en una fiesta durante la dinastía Han (206 a.C.-220 d.C.) y prosperó en las dinastías Tang y Song. Los Han consideraban el solsticio de invierno como la fiesta de invierno, por lo que los funcionarios organizaban fiestas. Tanto los funcionarios como la gente normal solían descansar durante este día. Las fronteras se cerraban y el comercio se paralizaba. Los familiares se regalaban manjares exquisitos. En las dinastías Tang y Song, el solsticio de Invierno era un día para ofrecer sacrificios al Cielo y a los antepasados. Los emperadores iban a las afueras a adorar el cielo mientras la gente común ofrecía sacrificios a sus padres muertos o a otros familiares. La dinastía Qing (1644-1911) incluso tienen un informe que explica que el solsticio de invierno es tan formal como la Fiesta de la Primavera, lo que muestra la gran importancia que se le da a este día.

 

      En algunas partes del norte de China, la gente come sopa de ravioles durante este día, porque creen que les dará calor para el invierno. Pero en el sur de China, toda la familia come una comida hecha de judías rojas y arroz glutinoso para alejar a los fantasmas y otros seres malvados. Los ravioles del solsticio de invierno pueden usarse como ofrendas a los antepasados o como regalos a familiares y amigos. La gente de Taiwán mantiene la tradición de ofrecer pasteles de nueve capas a los antepasados. Los pasteles tienen forma de pollo, pato, tortuga, puerco, vaca, oveja y están hechos con harina de arroz glutinoso y cocinados al vapor en diferentes capas en una cazuela. Estos animales denotan buen augurio en la tradición china. La gente del mismo apellido o los clanes familiares se reúnen en sus templos ancestrales para adorar a sus antepasados en orden de edad. Tras la ceremonia de ofrenda, se celebra un gran banquete.